Diario de una golfa

Día a día de una adicta al sexo, o lo que es lo mismo, los devenires cotidianos de quien sacia su hambre con el miembro de un macho que la sepa marcar o seguir su ritmo.

martes, diciembre 11, 2007

Dardo

Las 10 de la mañana y me levanto en una cama aún extraña para mi, a pesar de haber estado recorriendo cada centímetro de ella a traves de tu cuerpo. Las sábanas aún huelen a tí, es una sensación agradable despertarme con tu olor.

Con tan sólo una camiseta me decido a desayunar y al acercarme a la cocina descubro a medio preparar el desayuno con una nota: "Buenos días guapa, siento haberme ido tan pronto, ya sabes... el trabajo... Siéntete como en tu casa. Te he dejado café hecho y unos bollos... Vuelvo a la noche, Muaks..."

Paseo de un lado a otro de la casa, familiarizándome con cada rincón, intentando descubrir que haces o piensas al sentarte en el sofá... que canal ves más... tu música favorita...

Decido vestirme y salir a dar una vuelta... me paso el día entero recordando cada segundo, cada gesto... tu tacto. No consigo dejar de pensar en tí...

Vuelvo a casa y te preparo la cena... la dejo en el horno al calor y agotada me tumbo en tu sofá (también huele a ti) para echar una cabezadita.

Pasadas las once me despierta el ruido de la puerta, pero decido hacerme la dormida mientras dejas las cosas en una silla del salón y te acercas despacio. Me besas dulcemente en la frente y sentado en el suelo me observas durante un rato. Te levantas silencioso y te diriges al escritorio para sentarte tranquilamente y ponerte a escribir. Te observo durante un largo rato, ¡estás tan guapo concentrado!.

Me incorporo en silencio y acercándome sigilosamente te beso en la nuca y te abrazo mientras te pones en pie devolviendome los besos y las caricias... "La cena está en el horno"... "no es eso lo que quiero comer ahora" "ah, no?"... sonrío maliciosa y con cara de inocencia fingida..."y que vas a comer?" ... En tus ojos veo tanto deseo que me haces sentir única, sólo mirarte ya comienzas a excitarme...

Me tumbas dulcemente en el sofá y me acaricias mientras desabrochas mis pantalones, me besas suavemente en el cuello, bajas haciendo un camino de besos por mi torso hasta llegar al vientre donde paras, me miras dulcemente antes de hundir tu cabeza entre mis piernas... Noto tu lengua recorrer cada centímetro de mi sexo, como introduces la punta lentamente en él, como succionas mi clítoris mientras tus dedos entran lentamente en mi para provocarme mayor placer si cabe... Besas mis ingles, y respiras sobre mi pubis hasta llevarme al éxtasis.

Cojo tu cabeza entre mis manos y te acerco hasta mi boca, te beso con deseo, con mucho deseo, con todo el deseo acumulado del día entero pensando en tí. Me pierdo en tus labios, jugando con tu lengua. Muerdo levemente tus orejas y devoro tu cuello. Recorro tu pecho con mis labios y jugueteo con mi lengua y tus pezones, los muerdo y los beso mientras con mis manos busco tu ya excitado sexo, oprimido por el pantalón, beso tu miembro aún oculto bajo la ropa mientras desabrocho la cremallera para liberarla.

La beso con dulzura, recorro su tronco con mi lengua y al llegar al glade apoyo mis labios en él, y presiono suavemente introduciéndolo lentamente en mi boca.

Noto tu respiración acelerada y tus manos agarradas al sofá tensas por el deseo. Cojo tus manos y las coloco a ambos lados de mi cabeza, indicándote que dirijas mis movimientos, mientras con mi manos acaricio tus testículos y tu pecho, acelero mis movimientos a medida que tu respiración se entrecorta, cuando no puedes más detienes suavemente mis movimientos y me pides que me incorpore, para sentarme sobre ella... Con suavidad voy acomodándome notando como poco a poco me va llenando, como tu respiración se para hasta que la tengo entera dentro de mi. Comienzo mi cabalgada particular mientras me besas y acaricia mis pechos.

El deseo nos puede a ambos que aceleramos nuestros movimientos a placer, hasta que no podemos más y ambos estallamos en un orgásmo único, increible... noto como me llenas con tu leche, como paralizas tu respiración y te beso mientras me dejo caer sobre tu pecho...

Seguimos acariciándonos un rato... "Cari, crees que aún estará caliente la cena?"... "Creo que si, si no, mientras se calienta podemos repetir, no?"

Sam.