Diario de una golfa

Día a día de una adicta al sexo, o lo que es lo mismo, los devenires cotidianos de quien sacia su hambre con el miembro de un macho que la sepa marcar o seguir su ritmo.

domingo, noviembre 25, 2007

visita nocturna

nos conocemos desde hace relativamente poco... pero un mensaje a las 3 de la mañana me despierta... está en blanco y eso hace que me desvele, le doy de su propia medicina y me contesta con un seco "dormida?"... "ya no, que haces?".... "estoy debajo de tu casa"... "cómo debajo de mi casa?"... "estaba con los colegas y me iba para casa... me invitas a subir?"... mil y un pensamientos atomentan mi mente ahora mismo... un buen chico no llama a tu casa a las 3 de la mañana... y a quién le importan los chicos buenos? "si te atreves... sube..."

abro la puerta con la camiseta que uso para dormir y unos pantalones que he encontrado casi a obscuras por el cuarto... "hola" dos besos castos en las mejillas... apago la luz del recibidor y me giro para ir hacía la habitación... me coge de la cintura y me vuelve hacía él... ya no son tan castos sus besos, parece que es la luz la que amansa a las fieras... quitándonos la ropa el uno al otro vamos avanzando por el pasillo hasta llegar a la cama... me tumba sobre ella, y se coloca justo encima de mi... puedo notar que ya está preparado para la batalla, agarra mis manos y las coloca sobre mi cabeza, se inclina acercándose a mi boca, pero se detiene a tan solo unos milímetros... intento alcanzarlos pero se retira... sigue con el juego para aumentar mi deseo...

Empieza a besarme en la frente, nariz, la comisura de los labios... baja por el mentón hasta llegar al cuello donde se detiene para hacerme sufrir de placer... uno de mis puntos débiles... acaricia mi cintura y sube lentamente por el costado hasta mis pechos, retira con mucha suavidad la camiseta y comienza a juguetear con su lengua en mis pezones... los muerde ligeramente... creo que me va a matar de gusto, es dulce y fuerte, quiere hacerlo a su manera, por una vez dejaré que lleve las riendas.

Me voltea en la cama pero sigue sin soltarme las manos, con la camiseta las ata a mi espalda...

Con mucha lentitud comienza a besar y lamer el límite de la cintura del pantalón... y lo va bajando poco a poco... muerde mis nalgas, las aprieta, las acaricia... vuelve a colocarme frente a él, y termina de retirarme la ropa... separa mis piernas y acerca su mano a mi sexo mientras tumbándose sobre mi besa mi pecho y mi cuello, para llegar a mis labios... Noto como sus dedos entran en mi a la vez que su lengua busca batalla con la mia... ya no puedo ni respirar... siento que estoy a punto de correrme y él también se ha dado cuenta... se incorpora para terminar de desvestirse y volver a colocarse, esta vez a mi lado... comienza a acariciarme los pechos y besarme en la nuca mientras me penetra lentamente... tiene todo el control sobre mi en esta postura y con las manos atadas... me hace sentir suya y eso hace que me excite aún más... comienzo a mover cada vez más rápido las caderas, mientras él las guia para llegar más profundo cada vez...

Noto su respiración entre cortada y sus manos temblando de placer, su miembro a punto de explotar dentro de mi... lo saca y me gira para correrse sobre mi vientre sin dejar de mirarme fijamente a los ojos... Se acerca a mi de nuevo y mientras me besa con mucha dulzura, suelta mis manos, acaricia mi cuerpo y se deja caer a mi lado sin dejar de besarme... devuelvo las caricias mientras le miro a los ojos y con voz temblorosa aún por el deseo le pregunto "te quedas a dormir?"... "a que creías que había venido?"

Sam.

viernes, noviembre 23, 2007

curso de fotografía...

Hace algún tiempo que me apunté a un curso de fotografía y tengo la mala costumbre de sentarme siempre en el mismo sitio. El primer día la clase estaba a tope y sólo quedaba alguna butaca en la primera fila. Alguien llegó tarde y me pidió permiso para sentarse en la butaca contigua... retiré mis cosas y dejé que se sentara mientras observaba su pelo alborotado, barba de un día, uñas mordisqueadas, traje impecable... bueno, no estaba mal el chico...

Pasaban los días y seguía sentándose a mi vera, incluso hablamos en alguna ocasión a lo largo de la clase... No le pregunté el nombre, para qué?, el tampoco me había preguntado el mío. Tal vez sólo intentaba ser cortés o simpático... Cada día nos sentábamos juntos y al acabar la clase cada uno se iba por su lado...

Lo cierto es que día tras día me iba fijando en más cosas de él... esa media sonrisa pícara, su mirada traviesa, su risa contagiosa... bastó un roce para que empezará a funcionar mi imaginación...

... "vaya chapa de clase, que no?"... "bueno, si, el tío se enrolla como las persianas"..."quieres que te acerque a algún sitio?" ... "como no te apetezca acercarme a casa?"... "aparqué el coche aquí cerca, vamos, que te llevo.."

Nos acercamos a mi calle mientras hablamos del trabajo, de mis aficiones, de mis compañeras de piso... y se pasa la calle de largo... no digo nada ni si quiera cuando aparca frente a un edificio que no conozco... "ven, te apetece cenar algo, se me da muy bien la cocina"... subimos a su casa... silencio absoluto en el ascensor, pero no puedo dejar de mirarle a los ojos, tratando de averiguar en qué está pensando... tengo que hacer verdaderos esfuerzos por mantener la compostura, mis manos empiezan a temblar, he de meterlas en los bolsillos para que no se note... Sus labios... ¡qué ganas de morderlos!, parecen suaves y calientes ... no habla, no deja de mirarme fijamente... se para de golpe el ascensor e inmediatamente bajo la mirada casi avergonzada de mis pensamientos con la extraña sensación de que él podía leerlos...

me pasa la mano por la cintura empujándome suavemente para salir del ascensor y dirigiendo mis pasos hacia la puerta de su casa... me quedó detrás de él mirando su culo, ligeramente tapado por la chaqueta del traje... mientras pienso en acercarme y rozar con mis labios su nuca el se vuelve y me pide que pase...

según entro una perrita preciosa negra sale a recibirnos, no hace más que saltar y ladrar a su dueño,... parece que no soy la única que ha caído ante sus encantos...

me ayuda a quitarme el abrigo y lo posa sobre el sofá, y mientras "maui", su perrita, lo olisquea, su dueño me lleva a lo largo de las diferentes estancias de la casa... hasta llegar a la cocina... "me ayudas a preparar la ensalada" "claro, dime que quieres que haga?" "puedes limpiar la lechuga mientras yo voy haciendo el segundo plato?" "vale"... me estiro para coger un boll de una de las baldas.. pero no llego, el se acerca por detrás y pegándose a mi lo coge y me lo da... no deja de mirarme a los ojos, y yo casi no puedo aguantar más... si se acerca un milímetro más creo que voy a estallar... se aparta lentamente y sigue cocinando...

Cuando acabamos de preparar la cena, dejo la ensalada sobre la mesa, y vuelvo para coger los platos y poner la mesa... al girarme le veo apoyado en la puerta mirándome... me acerco para entrar a la cocina, pero él no se aparta... "me dejas que pase a por los platos?" "que me das a cambio de dejarte pasar?" ... empieza el juego... ahora mismo ya estoy a cien y si empiezo no voy a poder parar... nunca me había provocado tanto alguien con sólo unas miradas... me acerco aún más a él y pasando mi mano por su cintura intento empujarlo suavemente dentro de la cocina... no se deja, contrarresta mi fuerza y se mantiene firme en la puerta... me acerco aún más... paso mis dedos por sus labios rozándolos suavemente... noto como su respiración comienza a cambiar... acerco mi boca a la suya, pero sin tocarle, respirando suavemente para que note en sus labios la cercanía de los míos... intenta mantenerse firme pero su cuerpo empieza a dudar... pasa sus manos por mi cintura y me atrae hacía él... comienzo a besar su cuello, al principio suave, con dulzura... besos tiernos, casi castos... pero él acaricia ya mi espalda y sé que ya no voy a poder parar... muerdo el lóbulo de su oreja, y gira la cabeza y me besa con fuerza,... me toma de la mano y me lleva hasta la mesa... me sienta en ella... y me quita la camiseta... estoy temblando de placer no puedo esperar más... se queda nuevamente mirándome mientras se desabrocha la camisa muy despacio... esta a medio metro, pero tengo la sensación de que estuviera a un kilómetro... se me hace eterno mientras se desnuda... deja caer la camisa y se acerca a mi, me pide que me recueste... y comienza a besar mi vientre... mi ombligo... y va subiendo poco a poco, acaricia mis pechos mientras su lengua comienza a juguetear con la mía... me desabrocha con tranquilidad el pantalón y me pide que me lo quite... Le gusta hacerse de rogar... así que me lo quito muy lentamente... vuelve a besar mi vientre pero esta vez desciende hasta alcanzar mi sexo completamente húmedo de deseo... retira con suavidad hacia un lado mi tanga y respira profundamente sobre él justo antes de devorarlo... creo que estoy a punto de derretirme cuando empieza a acariciarlo con sus dedos mientras lame mi clítoris... cuando no puedo más acaricio su cabeza y la retiro suavemente... "para... aún no... deja que yo también te haga disfrutar..." me incorporo y le llevo al sofá... le desabrocho lentamente el pantalón y se lo quito... me arrodillo delante de él sin dejar de mirarle fijamente a los ojos... acaricio su miembro a punto de reventar... y con mucho cuidado comienzo a devorarlo... no dejo de mirarle, pero el no puede más, echa la cabeza hacia atrás y cierra los ojos... paso mi lengua por su glande y jugueteo con mi piercing... la presiono con mis labios y la chupo mientras acaricio sus testículos... cada vez está más excitado y eso me hace sentir mayor placer...

Me pide que pare... y me atrae hacía él para que me siente sobre ella... Cuando estoy a punto de notarla entrar...

"Sam... que ya se ha acabado la clase... donde estás, tía... ni que estuvieras en el séptimo cielo..."

"más o menos donde estaba.." "qué?" "nada, nada, que estaba en mis cosas..." "te acerco a casa? ... he aparcado el coche aquí cerca..." "vale... "

Sam