fantasia nº 2
Me apetece llegar a tu casa vestida en plan comando.... un vestido flojito y sin ropa interior, notar como el aire se cuela por el bajo de la falda, como el roce de mis muslos empieza a excitarme de camino... o puede que sea el hecho de saber lo que ocurrirá...
Llamar a tu puerta con el vestido ya a medio abrochar, y nada más abrir, arrancarte la camisa, acorralarte contra la pared y comenzar a besar, lamer y morder tu torso ya desnudo. Recorrerlo con mi lengua, bajando dulce y ansiosamente hasta tu vientre... Desabrocharte el cinturón y sin quitarte el pantalón meter la mano por él hasta poder tocar y cuantificar el tamaño de tu deseo.
Acariciarlo por encima de la ropa, con mis manos, mis labios y mi lengua. Restregarme contra el, yo desnuda bajo el vestido, mojar tu pernera de mi lujuria.
Tú no aguantas más y te deshaces de la ropa que aún nos queda, me volteas en el suelo y me posees así, de espaldas y de rodillas, ligeramente inclinada hacia delante. Me agarras del pelo para poder dominar la cabalgada, cada vez más fuerte y más intensa. Yo grito de placer con tus envestidas y te pido que sigas cada vez más fuerte. Sin cambiar de postura me penetras analmente mientras me voy acercando más y más al orgasmo... tengo que pedirte que pares y cambies de postura o me correré antes de lo que deseo... quiero que tarde en llegar, así es aún más fuerte...
Me coloco encima con mis nalgas en tu pecho y comienzo a deborarla, te encanta, no eres capaz de articular palabra, siempre te ha gustado como te la chupo, pero que lo haga en esa postura y cuando estas tan cerca de correrte te excita aún más si cabe. La meto en mi boca, todo lo grande que es, hasta el fondo, y aguanto, ejerzo esa presión que tanto te gusta sentir, mientras acaricio tus huevos.
Vas a correrte, me pides que pare, que quieres hacerlo en mi cara pero quieres verme... me encanta que lo hagas.... de rodillas, frente a ti de pie, empiezas a masturbarte, y me lanzas toda tu leche en mi cara, me dejas ciega, y al acabar me besas.. me acaricias y me haces levantarme... esta vez eres tu quien se arrodilla y me lame... con dos dedos dentro de mi, succiones mi punto más débil hasta que me flaquean las fuerzas y logras que se me doblen las rodillas, me apoyo en la silla, no aguanto más y estallo en un orgasmo que me hace gritar, pierdo casi el sentido cuando me chupas de esa manera...
Y acabamos los dos tirados en el suelo, abrazados, acariciandonos por inercia...
Así me encanta que me recibas después de un largo y duro día de trabajo.
Sam.
Llamar a tu puerta con el vestido ya a medio abrochar, y nada más abrir, arrancarte la camisa, acorralarte contra la pared y comenzar a besar, lamer y morder tu torso ya desnudo. Recorrerlo con mi lengua, bajando dulce y ansiosamente hasta tu vientre... Desabrocharte el cinturón y sin quitarte el pantalón meter la mano por él hasta poder tocar y cuantificar el tamaño de tu deseo.
Acariciarlo por encima de la ropa, con mis manos, mis labios y mi lengua. Restregarme contra el, yo desnuda bajo el vestido, mojar tu pernera de mi lujuria.
Tú no aguantas más y te deshaces de la ropa que aún nos queda, me volteas en el suelo y me posees así, de espaldas y de rodillas, ligeramente inclinada hacia delante. Me agarras del pelo para poder dominar la cabalgada, cada vez más fuerte y más intensa. Yo grito de placer con tus envestidas y te pido que sigas cada vez más fuerte. Sin cambiar de postura me penetras analmente mientras me voy acercando más y más al orgasmo... tengo que pedirte que pares y cambies de postura o me correré antes de lo que deseo... quiero que tarde en llegar, así es aún más fuerte...
Me coloco encima con mis nalgas en tu pecho y comienzo a deborarla, te encanta, no eres capaz de articular palabra, siempre te ha gustado como te la chupo, pero que lo haga en esa postura y cuando estas tan cerca de correrte te excita aún más si cabe. La meto en mi boca, todo lo grande que es, hasta el fondo, y aguanto, ejerzo esa presión que tanto te gusta sentir, mientras acaricio tus huevos.
Vas a correrte, me pides que pare, que quieres hacerlo en mi cara pero quieres verme... me encanta que lo hagas.... de rodillas, frente a ti de pie, empiezas a masturbarte, y me lanzas toda tu leche en mi cara, me dejas ciega, y al acabar me besas.. me acaricias y me haces levantarme... esta vez eres tu quien se arrodilla y me lame... con dos dedos dentro de mi, succiones mi punto más débil hasta que me flaquean las fuerzas y logras que se me doblen las rodillas, me apoyo en la silla, no aguanto más y estallo en un orgasmo que me hace gritar, pierdo casi el sentido cuando me chupas de esa manera...
Y acabamos los dos tirados en el suelo, abrazados, acariciandonos por inercia...
Así me encanta que me recibas después de un largo y duro día de trabajo.
Sam.